A muchos de nosotros en más de
una ocasión nos ha picado el mosquito del deseo de emprender, de lograr la
independencia económica, de ser nuestro propio jefe; en fin, muchas personas lo
hemos experimentado sin embargo sólo algunas pocas personas han decidido dar
algún paso o tomar alguna acción al respecto.
Muchas son las dificultades
que se presentan en el camino. La
mayoría de estas dificultades, por cierto, no llegan a existir más que en
nuestra cabeza e impiden casi siempre cualquier intento de acción para
enfrentar las dificultades reales que suelen ser siempre superables. Lo anterior lo afirmo basado en que yo puedo
enfrentar a cualquier oponente o cualquier dificultad que pueda percibir con
alguno de mis sentidos y tener alguna oportunidad de vencerlo; lo imposible es
enfrentar algo o a alguien que no puedo ver, escuchar, tocar, etc.
De lo anterior surge la
importancia de clasificar las típicas dificultades que encuentra el
emprendedor, distinguir y separar las dificultades tangibles de las intangibles. Dentro de las dificultades tangibles están,
por ejemplo: la falta de recursos financieros para invertir, la falta de
conocimientos específicos (técnicos, financieros, administrativos), etc. Sin embargo, estas típicas dificultades que
enfrenta el emprendedor dejan de serlo cuando se logran superar las
dificultades intangibles, las que solo tienen lugar en la cabeza de la
persona.
Una de las principales
dificultades intangibles quizá sea la idea de negocio a desarrollar. Si usted llega a definir exitosamente esa
idea todo lo demás es más fácil de resolver.
Toda idea de negocio debería
estar fundamentada en una necesidad o problema que usted puede resolver de
forma distinta. De qué forma pretende
mejorar la vida de un determinado grupo de personas en forma original y sostenible
y de esa forma obtener los beneficios esperados.
Y acá surge la pregunta:
¿Necesito ser un inventor para satisfacer necesidades? o bien ¿Es necesario
inventar necesidades para después satisfacerlas de alguna manera? Para su tranquilidad la respuesta es NO. No es necesario ser inventor ya que las
necesidades no se inventan. Usted lo que
necesita es ser un observador o más bien un explorador dado que las
necesidades no se inventan, se descubren.
Muchos de los grandes avances
de la ciencia y que han mejorado la vida de las personas se han descubierto, no
se han inventado. La electricidad es el
mejor ejemplo de eso, nadie la invento, es una propiedad física de la materia
que alguien observo y descubrió. Lo que
se inventó después y se sigue haciendo todos los días, son los dispositivos o
instrumentos que permiten aprovechar de mejor manera dicho descubrimiento, y
acá nos vemos hoy en día sin poder imaginar que haríamos sin la electricidad.
No se preocupe, no se requiere
de descubrimientos tan espectaculares e importantes como el de la
electricidad. Hoy las personas resuelven
casi todas sus necesidades de alguna manera, pero la oportunidad está en la
forma en cómo las resuelven, es ahí en donde existe un universo de
posibilidades para hacer negocios.
Es la capacidad de observación
la herramienta más valiosa para el emprendedor, esa es una capacidad o
habilidad que se adquiere con la práctica.
Los conocimientos técnicos usted los puede subcontratar en algún momento,
pero la capacidad de observar no.
Observar necesidades existentes aún no satisfechas está en su
posibilidad de hacerlo, no lo desperdicie e inicie hoy.
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