Se dice mucho del Marketing (o
mercadeo como quieran llamarle), lo cierto es que para la gran mayoría de las
personas este es el concepto que tienen al respecto: un departamento que solo tienen
las empresas de regular tamaño, que se encarga de pautar los anuncios en la
radio, en los diarios, algunas en la televisión, en el cable, etc., y por lo
tanto son “lujos” que la mayoría no pueden permitirse.
La realidad es diferente ya que el Marketing, más que un departamento en una empresa, es una función a realizar en cualquier empresa.
El Marketing es el nombre que
la ciencia le ha dado al proceso natural de observación de necesidades de los
individuos, el conocimiento del comportamiento de los mismos, sus expectativas,
la forma en que perciben su entorno.
Este concepto, si observa bien, aplica no solo para el ámbito comercial
y empresarial, sino también a muchas otras instancias en las que los individuos
están inmersos, tales como sociedad, cultura, familia, estudios, trabajo, etc.,
en donde competimos aún sin estar conscientes.
Todos constantemente estamos
compitiendo a lo largo de nuestra vida.
Competimos desde pequeños por captar la atención de nuestros
padres, maestros y familiares; competimos en deportes, hemos competido para
obtener cada trabajo que hemos tenido, cuando hemos cortejamos y conquistado a
una pareja también lo hemos hecho, hemos competido en innumerables ocasiones
contra otras personas o quizá contra otras actividades, y es así, la vida es
eso: competir día tras día, destacarnos ante los demás en todo momento y en
todo lugar, de diversas formas y con diferentes niveles de intensidad,
consciente o inconscientemente pero lo hemos hecho, lo hacemos y seguro
mientras vivamos lo seguiremos haciendo.
Si esto es así, ¿no debería ser
parte de nuestro conocimiento fundamental el saber cómo competir? (dígase cómo
presentarnos, cómo vestir, cómo hablar, etc., dependiendo de cada circunstancia
de nuestra vida) seguro que sí.
El Marketing entonces es más
bien una actitud, un estilo de vida que nos ayudara a ser diferentes y mejores
que nuestros competidores (personales o de negocio), a no pasar desapercibidos,
a que nos reconozcan como diferentes en los círculos en donde nos desempeñamos,
a no ser otro más del montón, a evitar de que cuando surja una necesidad de
contratar a alguien para cubrir una posición relevante que esté vacante,
piensen en nosotros como la opción natural, que no se busca afuera lo que hay
dentro.
Vivamos el Marketing aplicándole mercadeo a nuestra vida y de seguro estaremos pronto muy
satisfechos. Y por añadidura nuestros
emprendimientos de negocios serán exitosos, sin dudarlo.
No lo piense más y aplíquelo,
invierta en su educación al respecto y no podrá de seguirlo haciendo,
garantizado.
Comentarios
Publicar un comentario